EFECTOS TERAPÉUTICOS DE LA BIODANZA
Rolando Toro Araneda
Quiero dar una visión global sobre los efectos terapéuticos de Biodanza en el terreno concreto de nuestra experiencia, en Europa y en Brasil.
En Suiza y en Italia hemos trabajado con enfermos de Parkinson, en hospitales, con un equipo médico y se ha observado que muchos de los síntomas de estos enfermos disminuyen o desaparecen. Desgraciadamente la experiencia ha sido corta, entre 6 y 8 meses y no hemos observado curación frecuente. Solamente en dos casos observamos la desaparición del temblor. Pero sí se ha constatado una rehabilitació n existencial, porque cuando se tiene la enfermedad se experimenta una profunda desvalorizació n personal, inseguridad, se rompen las relaciones cotidianas, familiares, y entonces, con la Biodanza, se recupera la fuerza de la identidad, aunque hay un poco de temblor todavía, pero la dificultad para iniciar la marcha y las forma de marcha mejoran bastante. En una oportunidad le dije al grupo que iba a suspender la experiencia, porque no había desaparecido el temblor y todos me pidieron que, por favor, no terminara la experiencia, porque el temblor para ellos era ahora insignificante, lo importante era lo que habían crecido en felicidad y en seguridad en sí mismos.
El factor emocional va unido a la motricidad, lo que permite que el sistema nervioso busque vías alternativas respecto a aquellas que están anuladas, como es la formación de dopamina en la sustancia negra que queda en la región hipotalámica; no obstante una serie de vías nerviosas alternativas reemplazan lo que está destruido.
También hemos trabajado con discapacitados motores, principalmente en Italia, en la ciudad de Commo. Se da el caso de una paciente cuadrapléjica, que solamente puede mover la cabeza, pero puede mirar, cantar, conversar, abrazar y recibir besos, y eso ya es para ella un regalo magno. La relación afectiva les cambia la vida. Hay personas que reciben abrazos solamente para el año nuevo o para el aniversario y aquí reciben -en una clase- veinte abrazos. Es una concentración afectiva, una densidad amorosa muy alta. Era impresionante ver a los alumnos llegando en hilera por la calle en sus sillas de ruedas para hacer Biodanza. Pueden cantar, pueden danzar con los brazos y pueden conectarse. Algunos consiguieron abandonar la silla de ruedas.
En un hospital psiquiátrico de Río de Janeiro los enfermos hacen Biodanza y se puede apreciar la expresión de interioridad y la sensación de alegría y afecto que hay. Hemos trabajado en muchos hospitales psiquiátricos: Hospital de Fortaleza; Hospital Psiquiátrico Mira y Lopez; Hospital Psiquiátrico de Santiago, donde ahora vamos a recomenzar; en el Hospital Juqueri y Borda de Buenos Aires y en algunos hospitales de Europa. El cambio es sorprendente, en el sentido de recuperar la identidad, disminuir los delirios y las alucinaciones y, además, de ser más felices, de aumentar la conexión entre sus compañeros. Nosotros hemos introducido el afecto en la terapia y yo pienso que el fracaso de la psiquiatría, durante mucho tiempo, ha sido la falta de amor al paciente, por parte del terapeuta. El amor parece ser uno de los factores más terapéuticos.
Preguntas del público
Pregunta: ¿Existe algún tipo de trabajo con personas con epilepsia?
Rolando Toro: Yo trabajé, alrededor de dos años, con epilépticos, en el Hospital Psiquiátrico de Santiago y disminuyeron las crisis epilépticas y en algunos casos prácticamente desaparecieron. Pero el tratamiento tiene que ser combinado. Desde el punto de vista farmacológico -en ese tiempo- los médicos usaban Edipán, que los neutralizaba, evitando los ataques. A veces se produjeron ataques dentro de la clase, pero fueron disminuyendo en frecuencia, porque ya no hay disturbios de excitación cortical tan intensa, debido a que la parte límbico hipotalámica está más activada. Además la epilepsia tiene un vínculo, una relación causal, aunque desconocida, con las emociones. Pero en este momento no tenemos este trabajo aquí en Chile.
Pregunta: Me gustaría saber si se han buscado las vías para que esto pudiera incorporarse desde el punto de vista de la educación, como una herramienta, como un ramo más.
Rolado Toro: Nuestro propósito es incorporar a la Biodanza como ramo habitual y como mediación afectiva dentro de la educación clásica. En muchos países ya ha sido incorporada. En Italia hay 200 escuelas en que los niños hacen Biodanza; también en Fortaleza, en Brasil. Nosotros estamos siendo incorporados en muchas partes en las llamadas disciplinas convencionales de educación y terapia, no como una alternativa, sino como una continuidad de las ciencias humanas. Aquí tenemos un ejemplo en que aparece la Biodanza incorporada al sistema educacional de forma oficial. En el diario oficial del estado de Río de Janeiro, con fecha 31 de marzo de este año, se declara lo siguiente: "Se instituye una semana de Biodanza y Educación Biocéntrica en el estado de Río de Janeiro. Se incorpora la Biodanza en todas las escuelas públicas estatales y, en forma anual, una Semana de Biodanza y Educación Biocéntrica en las escuelas, en un período que debe ser determinado por la secretaría de educación del estado". En Milán ya está incorporada al sistema educacional y estamos tratando de institucionalizar la Biodanza en hospitales, centros de salud y centros educacionales.
Cecilia Toro: Aquí en Chile, en el grupo que forma educadores Montessori, Biodanza aparece como ramo obligatorio, oficial, no electivo, hace dos años, tanto para parvularias como para monitoras. Ya han cursado Biodanza alrededor de 200 estudiantes.
Pregunta: ¿Qué hay de esta experiencia asociada a la rehabilitació n en drogas?
Rolando Toro: Tenemos acá en Chile la experiencia de una de nuestras profesoras, que trabaja en una institución de rehabilitació n de adolescentes drogadictos. Está teniendo un éxito extraordinario con Biodanza, en Curicó.
Pregunta: Me llama mucho la atención de que Biodanza esté operando en países tan distintos en el mundo, en contextos culturales tan diferente. Y si la música y la danza son producciones sociales, culturales ¿cómo se hace cargo el Sistema Biodanza de estas diferencias culturales? Y ¿cómo las va integrando desde la perspectiva del relativismo cultural?
Rolando Toro: Biodanza es un sistema completo, coherente y para formarse como profesor de Biodanza hay cursos que duran tres años. No es solamente poner música y bailar, es bastante sofisticado el sistema. La música que se usa, por ejemplo, es música que tiene valores sonoros universales. Es verdad que cada persona tiene preferencias musicales, lo que se llama el "principio de Iso" en musicoterapia y el "espejo sonoro" en Yehudi Menuhi. Sin embargo, hay constantes en la música que son iguales para toda la especie humana, que son arquetípicas. Se están viendo efectos sensacionales en Japón, por ejemplo, donde los japoneses tienen otra música, otras tradiciones, son muy distanciadores, reverentes, no se tocan, y ahora ustedes quisieran ver -a través de los videos que tenemos- cómo saltan, se abrazan, se besan, están felices. Se empezó apenas hace dos años y en este momento hay una escuela en Japón para formar profesores japoneses y hay cursos semanales numerosísimos, de 50 y 60 alumnos. Los mismo sucede en África del Sur, en islas de Oceanía. En Francia, por ejemplo, que es un país sensible, racionalista y exigente, bailan como en África, como en cualquier parte. Pero para eso el método ha tenido que seleccionar música de acuerdo con la semántica musical. Esto significa que si queremos producir alegría no vamos a poner una marcha fúnebre de Beethoven, o si queremos producir erotismo no vamos a poner un rock and roll, pero si queremos producir una rebeldía adolescente sí podemos poner rock and roll. La metodología de Biodanza permite que, en cualquier parte del mundo, se haga la misma Biodanza, con pequeñas variaciones.
Pregunta: ¿Cuál es la experiencia que se tiene con respecto a la formación inicial docente, al interior de las universidades, como Ministerio de Educación? ¿Se ha tenido algún vínculo?
Rolando Toro: Hace un tiempo estuvimos conversando con el ministro encargado de deportes en Chile y él nos propuso poner en todo el país Biodanza como alternativa a los deportes. Es decir, que los que quisieran hacer deportes podrían hacerlo y los que quisieran hacer Biodanza, harían Biodanza. Pero nos encontramos con el problema de que no tenemos profesores preparados ni para Santiago. Por esto los invitamos, a ustedes, a formarse como profesores de Biodanza e invadir el planeta, que no les va a faltar trabajo.
Pregunta: ¿Cómo es que la Biodanza se hace cargo del sentido de trascendencia que tiene la danza en todas las comunidades humanas?
Rolando Toro: La Biodanza tiene una de sus líneas de desarrollo llamada trascendencia. Trascendencia para obtener estados de expansión de conciencia, de vínculo con la naturaleza, de sentimiento de totalidad con el cosmos, de éxtasis y contemplación de la belleza del mundo. Y tenemos, por lo menos, cien ejercicios y músicas. La trascendencia es parte del programa de Biodanza. Así es que los que quieren vivir la Biodanza tienen que vivir la vitalidad, el erotismo, la creatividad, la afectividad y la trascendencia, esos cinco caminos
Pregunta: ¿Cómo la Biodanza mejora la autoestima?
Rolando Toro: En Biodanza el ser querido por los demás compañeros, el ser recibido, valoriza. Las personas se sienten valiosas y el efecto en la autoestima -en toda etapa etárea- es muy fuerte. Porque cuando una persona se siente amada, sube su valor personal y además de mejorar la motricidad, la acometividad, el movimiento y la libertad expresiva, está ese factor de ser valorizado, al ser abrazado, al ser querido.
Pregunta: ¿Cómo, a través de la Biodanza, se puede llegar a un estado de conciencia superior?
Rolando Toro: La expansión de conciencia es un tema muy importante en la Biodanza y tiene dos vertientes: una es la ampliación del repertorio de percepciones visuales, acústicas y táctiles; y luego, las puertas de la percepción abren el camino para la expansión de conciencia. (Pueden leer los libros de Aldous Huxley: "A las puertas de la percepción", "Cielo e infierno" y "La isla"). Hay que aprender a escuchar, aprender a ver, aprender a tocar y aprender a sentir. Al aumentar la percepción, aumenta la posibilidad de expansión de conciencia. Y tenemos un conjunto de ejercicios de regresión y trance que se relacionan con esto. Son ejercicios graduados: hay trances leves, de segundo y tercer grado, hasta el trance de suspensión, que es un trance verdadero, muy delicado, que no tiene la violencia de los trances terapéuticos que se usan en otras partes. Al entrar en trance la persona pierde el límite corporal y, por decirlo así, se disuelve en la totalidad; luego, mediante un procedimiento especial de esa ceremonia, la persona recupera su identidad y tiene un expansión de conciencia muy intensa. No tan intensa como la que produce el ácido lisérgico, pero al salir del trance, al mirar a sus compañeros, ya no se miran los detalles: se mira el alma. Y hay una serie de ejercicios para obtener estados de éxtasis frente a la belleza de la naturaleza, frente a la música. Esta área de la expansión de conciencia es muy importante y, en Biodanza, está conectada con la percepción de la belleza y con la conciencia ética.
En torno al tema de la naturaleza: el contacto con el agua es una clave de salud. En Biodanza usamos el trabajo con los 4 elementos, el agua, el fuego, el aire y la tierra. Tenemos Biodanza Acuática, a la que agregamos, aparte de las cualidades secretas de agua, la alegría del movimiento y la sensualidad. Personas que tienen dificultades para el orgasmo o para sentir los estímulos de la lluvia, del sol, del viento, para sentir en la piel, mejoran extraordinariamente con la Biodanza Acuática.
Pregunta: ¿Se ha trabajado con niños maltratados?
Rolando Toro: Sí. Hemos tenido grupos de niños maltratados, de mujeres maltratadas y de personas torturadas. Tenemos recientemente una experiencia en Sao Paulo con niños que viven en la calle y que muchas veces son golpeados por la policía e incluso asesinados. Se han recogido algunos de estos niños en un hogar especial. La primera semana son terribles, agresivos, gritan, quiebran las cosas, son francamente violentos. Y el tratamiento que se les da es un solo ejercicio de Biodanza, que es el ejercicio de dar y recibir continente, tener en brazos a la persona, con música, acariciándole suavemente el cuerpo o la cabeza, como si fuera un bebé. A la semana han cambiado totalmente las respuestas de estos niños. Es una de las experiencias más interesantes y de la que se está haciendo cargo la Municipalidad de Sao Paulo. Para niños maltratados amor, amor y amor.
Pregunta: ¿En esto de la trascendencia, la Biodanza ayuda a hacer conciencia de que todos somos hijos amados por Dios?
Rolando Toro: No, la Biodanza no les ha hecho esa conciencia. La verdad es que en Biodanza respetamos todas las religiones, las creencias y la libertad que tiene cada persona para creer en algo. La trascendencia la consideramos como trascender el ego, no como trascender esta vida para otra vida mejor que vendrá después de la muerte. No tenemos información acerca de lo que vendrá después de la muerte. Y yo soy de formación académica y no puedo hablar acerca de lo que no sé. Pero puedo decirle que esta sensación de sentirse protegido por una entidad, sea un dios, un santo o un orichá, es beneficiosa para muchas personas. Pero otras personas consideran que no hay protección divina cuando se ve que se bombardean ciudades enteras y mueren inocentes. Pero yo creo que es útil creer en algo, creer en los ángeles u otra cosa, es una protección, una autoprotecció n importante.
http://www.pensamentobiocentrico.com.br/content/ed08_art05.php
Índice 